Hace tiempo que se quedó atrás la metodología de trabajo en las empresas con espacios cerrados y muros entre los puestos de trabajo. Se ha impuesto espacios sin barreras que favorezcan el contacto y la colaboración de los trabajadores.

Diversos estudios apoyan esta teoría, cifrando en hasta un 30%, el aumento de productividad que se puede producir gracias a los espacios de trabajo que favorecen la colaboración entre las personas.

Las nuevas formas de trabajo, como los proyectos por grupos, hacen necesario que las empresas dejen de ser espacios individualizados para convertirse en entornos que permitan combinar el trabajo en equipo con las movilidad de las personas.

Los espacios colaborativos son importantes para el éxito empresarial en un mundo cada vez más móvil y siendo la colaboración tan básica en un entorno empresarial tan competitivo.

Los entornos colaborativos aumentan la eficacia, la productividad y el rendimiento de los trabajadores influyendo directamente en:

  • Surjan las ideas
  • Toma decisiones
  • Coordinación en el trabajo
  • Intercambio información
  • Generar debate

Por supuesto, otro aspecto muy importante es contar con el mobiliario y material de oficina adecuado que permita la colaboración, aumentando el número de espacios abierto y habilitando espacios para que los empleados trabajen e interaccionen en grupos informales. También es necesario contar con espacios multiusos que aporten más posibilidades a los trabajadores. También la configuración de los puestos debe estar enfocada a no renunciar a la movilidad cada vez más necesario en los entornos profesionales.